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La UE despliega una unidad de respuesta cibernética en Ucrania

La UE va a desplegar en Ucrania un equipo de respuesta rápida cibernética (CRRT) recién formado para ayudar al país a combatir las amenazas rusas mientras las tropas empiezan a cruzar la frontera.

El Ministerio de Defensa Nacional de Lituania tuiteó la noticia, revelando que la medida se produjo a petición del gobierno ucraniano.

Lituania liderará la coalición de seis países de la UE -que también incluye a Croacia, Polonia, Estonia, Rumanía y los Países Bajos- para “ayudar a las instituciones ucranianas a hacer frente a las crecientes ciberamenazas”.

Un funcionario del CRRT dijo a la BBC que el equipo de entre ocho y doce expertos estaría “compuesto por diferentes conocimientos cibernéticos, como respuesta a incidentes, análisis forense, evaluación de vulnerabilidades, para poder reaccionar ante una variedad de escenarios”.

La noticia llega después de una serie de ataques a instituciones ucranianas que se remontan a Rusia en las últimas semanas, cuando se calcula que ha acumulado 190.000 efectivos en la frontera del país.

Los ataques comenzaron con una campaña masiva de desfiguración de páginas web en las que se sustituyeron los sitios del gobierno ucraniano por mensajes de propaganda rusa. Luego vino una campaña de malware destructivo “WhisperGate” dirigida a organizaciones gubernamentales, de TI y sin fines de lucro en toda Ucrania.

Microsoft advirtió que la campaña compartía características con el infame malware NotPetya, que también fue diseñado para parecer un ransomware con fines financieros.

La semana pasada, el sitio web del Ministerio de Defensa ucraniano y las redes de los bancos estatales fueron objeto de ataques DDoS por parte de actores de la amenaza que posteriormente fueron rastreados por funcionarios del Reino Unido y Estados Unidos hasta la inteligencia rusa (GRU).

Los funcionarios ucranianos también han advertido de los esfuerzos de desinformación rusos, desmantelando una granja de bots que manejaba 18.000 cuentas de móvil. Estas cuentas se utilizaban para lanzar amenazas de bomba anónimas y difundir noticias falsas sobre la colocación de minas en espacios públicos.