Por Lucila Marzik*
Los niveles de circulación en la ciudad de Buenos Aires están regresando a los que teníamos a finales de 2019. Sin embargo, las personas cambiaron la forma de moverse, por lo que las apps de movilidad se enfrentan a un contexto cambiante en el cual emergen nuevas necesidades y preferencias por parte de los pasajeros.
Los niveles de circulación en Buenos Aires volvieron a niveles similares a los que se veían antes del 20 de marzo de 2020. La reapertura total de las actividades, la implementación del modelo de trabajo híbrido -y en algunos casos el regreso a la presencialidad total-, junto con una percepción de riesgo de contagiarse Covid-19 menor, hicieron que, a grandes rasgos, las personas vuelvan a transitar la ciudad como solían hacerlo.
Para entender cómo se mueven las personas, un gran indicador de la movilidad dentro de la ciudad es el tráfico vehicular. El Índice de Tráfico de la empresa de sistemas de navegación TomTom muestra que en 2021 el promedio de congestión en Buenos Aires fue del 31%, un 7% mayor que en 2020, aunque un 4% menos que en 2019, convirtiéndola en la 67° ciudad más congestionada en el mundo.
Entonces, ¿por qué se ven niveles de circulación similares a los prepandémicos, pero la congestión urbana es menor? Esto se debe, en gran parte, a que se detectaron cambios en lo que respecta a los hábitos y preferencias de las personas para trasladarse. Una encuesta realizada desde Beat entre sus usuarios pasajeros para conocer las principales tendencias de movilidad del primer semestre 2022, demostró que solo el 45% de las personas afirman que se mueven por la ciudad de la misma manera que antes de la pandemia.
En lo que respecta a las apps de movilidad, el 62% de los usuarios las utiliza con igual o menor frecuencia que en los últimos 3 meses. El 41% las utilizan de 2 a 3 veces por semana. Este punto está fuertemente relacionado con el regreso a los niveles normales del transporte público y a la implementación del modelo de trabajo híbrido, lo que hace que las personas no tengan que ir a la oficina todos los días.
Este escenario representa una situación desafiante para las apps, quienes tienen que adaptarse a las nuevas tendencias y preferencias de los usuarios para moverse alrededor de la ciudad. En todos los países en los que opera Beat, se detectó una caída en el uso diario, y se mantiene el uso en algunas excepciones. El contexto socioeconómico en la región impacta directamente en esta industria, ya que las personas tienen que reconfigurar sus presupuestos, dejando a las apps de movilidad para ocasiones en que pueden gastar un poco más y así priorizar la rapidez y confort en sus viajes.
Sin dudas, la pandemia dejó su huella en las ciudades y en cómo nos movemos. Con la reapertura total de las actividades, y la implementación de nuevos modelos de trabajo como el híbrido o 100% remoto, las personas ya volvieron a sus actividades normales, y las apps deben estar a la altura para satisfacer las demandas de sus usuarios.