Home Criptomonedas El FBI advierte de los esquemas de inversión en criptodivisas “Pig Butchering”

El FBI advierte de los esquemas de inversión en criptodivisas “Pig Butchering”

La Oficina Federal de Investigaciones (FBI) advierte del aumento de las estafas de criptodivisas “Pig Butchering” utilizadas para robar cantidades cada vez mayores de cripto de inversores desprevenidos.

La advertencia fue emitida como una Notificación de la Industria Privada de la Oficina de Campo del FBI en Miami en coordinación con el Centro de Denuncias de Delitos en Internet (IC3), para sensibilizar a los inversores de criptodivisas que son cada vez más el objetivo de este tipo de estafas.

El Pig Butchering es una estafa de ingeniería social relativamente nueva en la que los estafadores se ponen en contacto con personas (los “Pigs”) en las redes sociales y crean confianza entablando una comunicación a largo plazo, estableciendo la idea de una amistad fabricada o una asociación romántica. A veces, los estafadores se hacen pasar por amigos reales del objetivo.

En algún momento, los estafadores proponen a la víctima que invierta en criptodivisas en plataformas falsas que no están vinculadas a un intercambio o mercado de criptodivisas real.

Las víctimas que visitan estos tableros de inversión falsos ven rendimientos masivos, pensando que su inversión ya está generando beneficios. Los falsos rendimientos de la inversión preparan al objetivo para la siguiente fase de la estafa, que consiste en presionarle para que invierta cantidades cada vez mayores y no retire nada.

En algún momento, la víctima intenta cobrar sus inversiones, y es entonces cuando se le dice que tiene que pagar primero los impuestos sobre la renta, las tasas de tramitación adicionales, los costes de las transacciones internacionales, etc.

Finalmente, el estafador interrumpe la comunicación y cierra la falsa bolsa de criptomonedas, o la víctima se da por vencida tras darse cuenta de que ha sido estafada. Desgraciadamente, esto puede ocurrir meses después de la estafa, cuando la víctima ya ha entregado grandes cantidades de fondos a los estafadores, que van desde miles hasta millones de dólares.