Analistas de amenazas han observado una tendencia inusual en las tácticas de los grupos de ransomware, informando que las fases iniciales de la extorsión a las víctimas son cada vez menos abiertas al público, ya que los actores tienden a utilizar entradas ocultas o anónimas.
Al no revelar el nombre de la víctima inmediatamente, los operadores de ransomware dan a sus objetivos una oportunidad más prolongada para negociar el pago del rescate en secreto, al tiempo que mantienen un nivel de presión en forma de una futura filtración de datos.
KELA, especialista israelí en ciberinteligencia, ha publicado su informe sobre el ransomware del primer trimestre de 2022, que ilustra esta tendencia y destaca varios cambios en este campo.
En el primer trimestre de 2022, el número total de víctimas de ransomware se redujo en un significativo 40%, pasando de 982 en el cuarto trimestre de 2021 a 698.
Esto se debió en parte al declive gradual de Conti y a su eventual éxodo, y también a que los grupos más nuevos no produjeron los mismos volúmenes de ataque que los que se fueron en el trimestre anterior.
La corona de este periodo es para LockBit, la amenaza de ransomware más prolífica y destacada, que ha revelado 226 víctimas, casi las mismas que en el trimestre anterior.
De los nuevos actores de la amenaza, Alphv representó el 8% y Karakurt el 5% de las víctimas publicadas, que son significativas pero no se acercan al 32% de LockBit o incluso al 18% de Conti.
El sector de las finanzas registró un aumento intertrimestral del 40% en el número de víctimas, mientras que los servicios profesionales, la sanidad, la industria manufacturera y la tecnología se mantuvieron estables en los cinco primeros sectores más atacados.
Por último, Estados Unidos encabezó la lista de los países más atacados, con un 40%, seguido del Reino Unido, Italia, Alemania y Canadá. Francia, que ya figuraba entre los cinco primeros, no ha sido tan atacada en los últimos meses.
