Expertos en seguridad cibernética de Gran Bretaña, advierten que estados hostiles están intentando piratear las universidades e instalaciones científicas británicas para robar las investigaciones relacionadas con el Covid-19, incluido el desarrollo de vacunas.
El Centro Nacional de Seguridad Cibernética (NCSC) expresó que la proporción de esos ciberataques dirigidos ha aumentado, calificando la actividad delictiva de “censurable”.
Se entiende que naciones como Irán y Rusia, están detrás de los intentos de piratería. Aunque no se descarta a China, como un probable perpetrador.
En Gran Bretaña, hay docenas de universidades e instituciones con capacidad biomédica, que trabajan en la investigación del Covid-19, desde nuevos diagnósticos y pruebas de anticuerpos hasta tratamientos experimentales.
Sin embargo, se informó que, hasta la fecha, no se han producido ataques exitosos contra universidades o instituciones de investigación.
Un portavoz del NCSC dijo: “Cualquier ataque contra los esfuerzos para combatir la crisis de los coronavirus es totalmente censurable. Hemos visto un aumento en la proporción de ciberataques relacionados con los coronavirus y nuestros expertos trabajan día y noche para ayudar a las organizaciones atacadas.
La Universidad de Oxford, que está haciendo esfuerzos de liderazgo mundial en el desarrollo de vacunas, y recientemente comenzó a realizar ensayos con humanos, dijo que estaba trabajando con el NCSC para proteger sus investigaciones.
AstraZeneca, el grupo farmacéutico con sede en Cambridge, está asociándose con la universidad para fabricar y distribuir la vacuna, si los ensayos clínicos muestran que es eficaz.
En tanto, fuentes de la universidad, aseguraron: “La Universidad de Oxford está trabajando en estrecha colaboración con el NCSC para garantizar que nuestra investigación sobre el Covid-19 tenga la mejor protección y seguridad cibernética posible”.
James Sullivan, ex ciber-analista de la Agencia Nacional del Crimen y jefe de investigación cibernética del Real Instituto de Servicios Unidos, el think tank internacional de defensa y seguridad, dijo que no era sorprendente que estados adversarios tuvieran como objetivo la investigación del Covid-19.
“La pandemia llevará a un aumento general de la ciberactividad de los estados hostiles”, dijo. “Es una nueva oportunidad para la recopilación y la interrupción de la inteligencia. Hemos visto esto con campañas de desinformación, ciber-espionaje; existe el riesgo de que todo esto exacerbe la tensión política y no es sorprendente que esto esté sucediendo en un área como el desarrollo de una vacuna”.
Añadió: “Como hemos visto con los ciberataques, ya sea un estado nación hostil o un crimen organizado, no hay límites reales para los tipos de datos que intentan robar, así que ¿por qué sería diferente si el desarrollo de una vacuna es un área muy competitiva? Estamos viendo esas tensiones geopolíticas que se desarrollan en este espacio”.
Sullivan indicó que los ataques pusieron de manifiesto los problemas de ciberseguridad en el sector de la salud. En 2017, el NHS fue víctima del ataque global de rescate de WannaCry, con decenas de miles de dispositivos afectados.
Mientras tanto, un dossier preparado por los gobiernos para las llamadas naciones de los Cinco Ojos, una alianza de inteligencia entre Australia, Canadá, Nueva Zelanda, el Reino Unido y los EE.UU., alega que China suprimió o destruyó deliberadamente las pruebas del brote de coronavirus.
El movimiento costó decenas de miles de vidas, según el documento obtenido por el Australian Daily Telegraph, que sienta las bases para un caso de negligencia que está montándose contra China.
En él se afirma que ante la “puesta en peligro de otros países” el gobierno chino encubrió el virus silenciando o “haciendo desaparecer” a los médicos que hablaron, destruyendo las pruebas del mismo en los laboratorios y negándose a proporcionar muestras vivas a los científicos internacionales que estaban trabajando en una vacuna.
Con información de: The Guardian.