Inmediatamente después de los ataques perpetrados durante la última semana, a instalaciones petroleras, de la empresa estatal, Aramco, en Arabia Saudita, los expertos especularon con una escalada de ataques cibernéticos contra la infraestructura petrolera iraní, a modo de represalia. Pero Irán negó que haya sido golpeado, con éxito, por un ciberataque.
“Contrariamente a lo que afirman los medios de comunicación occidentales, las investigaciones realizadas hoy demuestran que no se ha producido ningún ataque cibernético exitoso contra las instalaciones petrolíferas y otras infraestructuras cruciales del país”, dice una declaración publicada por la oficina de seguridad cibernética del gobierno.
A pesar de la declaración, los expertos en seguridad creen que está llevándose a cabo una ofensiva cibernética contra la infraestructura iraní.
Según NetBlocks, una organización que rastrea las interrupciones de Internet, el país sufrió interrupciones intermitentes limitadas de la conectividad a Internet.
La causa de la interrupción que afecta a las plataformas industriales y gubernamentales en línea no está clara, pero podría ser consistente con un ataque cibernético ó un incidente técnico no planificado en las redes afectadas, en lugar de un incidente de retirada o cierre intencionado.
En junio, después de que los medios de comunicación informaran de una ofensiva cibernética lanzada por Estados Unidos contra Irán, Teherán anunció que el supuesto ataque cibernético contra su infraestructura había tenido éxito.
El ministro de telecomunicaciones iraní Mohammad Javad Azari Jahromi calificó la actividad contra su Estado de “ciberterrorismo -como Stuxnet- y unilateralismo -como las sanciones-“.