
En 2015 y 2016, los atacantes infectaron con malware a 1.025 de los sistemas de puntos de venta de Wendy’s, lo que provocó la pérdida de cantidades masivas de datos de tarjetas de pago.
Como consecuencia, consumidores e instituciones financieras, presentaron demandas colectivas contra la empresa multinacional, alegando que no había asegurado adecuadamente sus sistemas o notificado a clientes e instituciones, que había sufrido una violación.
En octubre de 2018, Wendy’s llegó a un acuerdo sobre la demanda colectiva de consumidores, por $3.4 millones. Y durante los últimos días, logró un pacto con las instituciones financieras, incluyendo los honorarios y costos de los abogados, por el que deberá desembolsar 50 millones de dólares. La compañía estadounidense, espera pagar alrededor de 27,5 millones de dólares, y que el resto sea cubierto por el seguro.
Fuentes vinculadas con el gigante de la comida rápida, señalaron que el arreglo, aún debe ser aprobado por el tribunal. Después de eso, el pago no se haría hasta finales de 2019.
“Nos sentimos alentados por el progreso realizado para resolver este caso, y creemos que este acuerdo es lo mejor para Wendy’s y sus accionistas”, dijo Todd Penegor, presidente y director ejecutivo de la empresa, en una declaración. “Con este acuerdo, hemos llegado a acuerdos de principio para resolver todos los asuntos legales pendientes relacionados con estos ciberataques criminales. Esperamos dejar esto atrás para que podamos seguir centrándonos en el crecimiento de la marca Wendy’s”.
En noviembre de 2018, Wendy’s reportó ganancias en el tercer trimestre de $400.5 millones, e ingresos netos de $391.2 millones, por encima de los del tercer trimestre de 2017, de $308 millones y $14.3 millones en ingresos netos.