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Bitcoin: el fin de la confianza

Por Artigas Global.

Llamar al Bitcoin una “inversión” o alentar a los inversores no sofisticados a comprarlo no es ético.

En base a un análisis de la organización CFA Institute, asociación global a cargo de entregar las certificaciones a profesionales de inversión más importante del mundo, representada en la Argentina por CFA Society Argentina, presidida por Alejandro Bianchi, resulta imprescindible comprometerse a defender el comportamiento ético en los mercados de inversión. Debido a que Bitcoin no se puede valorar objetivamente, llamar al Bitcoin una “inversión” o alentar a los inversores no sofisticados a comprarlo no es ético.

Según el artículo Bitcoin: El fin de la confianza en la contabilidad y las finanzas de Michael McMillan, CFA, Publicado en: Fintech , Normas, Ética y Regulaciones (SER)*, las transacciones son la base de la contabilidad y las finanzas, la confianza es la base de las transacciones y la moneda es la base de la contabilidad, las finanzas y las transacciones. En su forma más simple, una transacción es un acuerdo de “confianza” entre un comprador y un vendedor. El vendedor se compromete a proporcionar bienes y / o servicios al comprador y, a cambio, el comprador se compromete a pagar al vendedor una cantidad específica de moneda. Las transacciones no solo requieren que el comprador y el vendedor confíen entre sí, sino que también requieren que la moneda de cambio funcione como 1) almacén de valor, 2) medio de intercambio y 3) unidad de cuenta. El comprador y el vendedor también deben confiar en 1) su gobierno para no degradar la moneda y 2) en sus instituciones financieras para retener su dinero y transferirlo electrónicamente una vez que se complete la transacción.

Alejandro Bianchi Presidente de CFA Society Argentina

Bitcoin y la eliminación de la confianza

Bitcoin es una moneda que evita la necesidad de depender de la contabilidad, las finanzas y las transacciones.

Debido a que las transacciones de Bitcoin se llevan a cabo “de igual a igual”, no hay necesidad de instituciones financieras o de tener que depender de ellas.

Teniendo en cuenta que se puede producir un máximo de 21 millones de Bitcoins, ya no es necesario tener que depender de regulaciones de un gobierno para hacer transacciones.
Michael McMillan, CFA, plantea que el Bitcoin se basa en la tecnología blockchain verificando la transferencia de fondos (ya no es necesario confiar en la contraparte de la transacción). Los contratos inteligentes se realizan utilizando programas informáticos para ejecutar transacciones una vez que se cumplen las condiciones específicas. Como resultado, las transacciones se realizan de forma garantizada porque las garantías se contabilizan en lugar de ser retenidas.

¿La utilización del Bitcoin es ético o no ético?

La respuesta simple es que el uso del Bitcoin es éticamente neutral. Sin embargo, los propósitos para los cuales se utiliza bitcoin pueden ser éticos o no éticos. La naturaleza casi anónima de Bitcoin (Bitcoin está asociada con una dirección IP, no con un nombre) hace que sea más fácil para aquellos que están inclinados a usarlo para perseguir actividades ilegales y burlar las reglas y regulaciones gubernamentales. Por otro lado, Bitcoin puede facilitar y reducir o eliminar el costo de transferir dinero a familiares y amigos que viven en lugares remotos.

La perspectiva de inversión en Bitcoin

Desde una perspectiva de inversión, el furor actual sobre Bitcoin es una reminiscencia de la manía del tulipán holandés. Durante los primeros años del siglo XVII en los Países Bajos, la especulación y el comercio de bulbos de tulipán llevaron los precios a alturas ridículas, creando una burbuja que eventualmente explotó. A su paso, muchas personas quebraron o se arruinaron financieramente. Desde el 1 de octubre de 2017, el valor de Bitcoin ha aumentado de USD4,391 a un máximo de USD19,378 el 17 de diciembre de 2017. Al momento de este informe, el valor de Bitcoin es de USD6,605.

Dada la volatilidad de los precios del Bitcoin, es difícil verlo como una reserva de valor o un medio de intercambio. Tampoco es posible determinar el mercado justo o el valor intrínseco del Bitcoin o estimar un precio objetivo. Las metodologías de valoración tradicionales o los modelos para valorar un Bitcoin son inútiles porque incorporan flujos de efectivo esperados y el valor temporal del dinero, pero Bitcoin no tiene flujos de efectivo esperados actuales o futuros. Debido a que Bitcoin no se puede valorar objetivamente, llamar a Bitcoin una “inversión” o alentar a los inversionistas no sofisticados a comprarlo no es ético. Quienes lo compran lo hacen únicamente con fines especulativos, que es similar al juego, ya que las probabilidades y los beneficios están a favor de que la empresa lo venda o venda un producto basado en él.

Fuente: https://blogs.cfainstitute.org/marketintegrity/2018/10/29/bitcoin-the-end-of-trust-in-accounting-and-finance/