El aeropuerto de Londres-Heathrow recibió una sanción de 120.000 libras esterlinas, por graves fallos en la protección de datos, después de que en 2017, se perdiera un dispositivo de memoria USB que contenía los datos personales de los empleados.
El organismo de vigilancia de la privacidad del Reino Unido, la Oficina del Comisario de Información (ICO), descubrió posteriormente, que sólo el 2% de los 6.500 empleados del aeropuerto, había recibido formación en materia de protección de datos.
La unidad en cuestión, no estaba cifrada ni protegida por contraseña, y aparentemente contenía 76 carpetas y más de 1.000 archivos. La misma fue encontrada por un miembro del público el 16 de octubre del último año, y entregada a un periódico nacional, que hizo una copia, antes de devolverla al aeropuerto.
Sin embargo, el número de empleados que tenían datos expuestos, era relativamente pequeño: 10 nombres de personas, fechas de nacimiento, números de pasaporte y otros detalles se mencionaron en un vídeo de formación, mientras que 50 miembros del personal de seguridad de la aviación también se vieron afectados, según la OIC.
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