
La plataforma de transporte, Uber Technologies, llegó a un acuerdo de 148 millones de dólares con los fiscales generales de los 50 estados de Estados Unidos, y el Distrito de Columbia. La resolución tiene que ver con que la compañía no reportó de manera oportuna, una violación masiva de datos que alcanzó a 57 millones de usuarios, producida en 2016. Así como también, con sus prácticas inadecuadas de seguridad de la información.
Uber dio cuenta de la brecha, recién en 2017, cuando reveló que pagó 100.000 dólares a los hackers, para la destrucción de los datos.
Según el Fiscal General de California, Xavier Becerra, la decisión de Uber, fue una flagrante violación de la confianza del público. “La empresa no protegió los datos de los usuarios ni notificó a las autoridades cuando fueron expuestos. Consistente con su cultura corporativa de la época, Uber escondió la brecha bajo la alfombra en un desconocimiento deliberado de la ley. A las compañías en California y en todo el país se les confía la valiosa información privada de los clientes. Este acuerdo transmite a todos ellos que les haremos responsables de la protección de sus datos”, afirmó.
Uber se comprometió a implementar prácticas de notificación de violación de datos. Así como también, a generar un programa adecuado para que los usuarios denuncien comportamientos no éticos.
Con información de: El País