Desafortunadamente, la seguridad digital sigue en gran medida sin implementarse durante la modernización de las empresas de servicios públicos debido a limitaciones de costos, recursos y tiempo. Esto se ve exacerbado por los problemas relacionados con la adaptación de la ciberseguridad a los entornos de las tecnologías de la información y la comunicación y por una falta general de conocimientos y experiencia para salvar estas diferencias.
La actual administración de Estados Unidos, parece haber eliminado la ciberseguridad de su lista de prioridades, y la Comisión Europea está luchando para que su Directiva sobre SNI despegue y obtenga la financiación adecuada para que ENISA pueda cumplir con su mandato. La mayoría de los países miembros de la UE no se han tomado en serio la directiva de los NEI, relativa a la ciberseguridad de las infraestructuras críticas.
“Parece que Estados Unidos y la Unión Europea han olvidado que la ciberseguridad debe ser un esfuerzo continuo, no un anuncio único para marcar todas las casillas”, dijo Michela Menting, Directora de Investigación de Seguridad Digital de ABI Research.
Mientras que las partes interesadas en las redes eléctricas y de agua gastarán más de 8.000 millones de dólares en todo el mundo en infraestructuras de servicios públicos de seguridad cibernética en 2018, sólo una pequeña parte de esa suma se dedicará a tecnologías operativas y sistemas inteligentes.
