
Hay quienes aseguran que el cibrecrimen es, potencialmente, la actividad delictiva más relevante de la historia, incluso por encima de crímenes organizados como el narcotráfico. La diferencia con los crímenes más conocidos por la opinión pública radica en que la cantidad de afectados por un simple ataque puede ser asombrosa.
Si bien empresas y gobiernos de todo el mundo buscan “aggiornarse” para hacer frente a este nuevo flagelo, lo cierto es que es tan rápido el desarrollo de nuevas alternativas para generar cibrataques que difícilmente las leyes y las instituciones en general logren alcanzar el paso de los ciberdelincuentes.
Con información de: Merca 2.0.