La filtración de datos correspondientes a 50 millones de usuarios de la plataforma Facebook en beneficio de la consultora política británica Cambridge Analytica dio una nueva bofetada al presidente Donald Trump. Es que la consultora trabajó en su favor durante la campaña presidencial justamente utilizando los datos robados de Facebook para elaborar campañas segmentadas con un alto grado de precisión y así tratar de influir en los votantes.
El escándalo internacional sacude a Facebook, a la consultora y a quienes utilizaron sus servicios usufructuando la filtración de información. Si bien los apuntados son Cambridge Analytica por el robo de los datos y Facebook por haber permitido la filtración, Trump se enfrenta a un nuevo escándalo vinculado a su campaña presidencial, que se suma al Rusiagate, del que el presidente solo sigue recibiendo dolores de cabeza.
Los legisladores demócratas, sin perder tiempo, ya sugirieron que Mark Zuckerberg, creador de Facebook, debería presentarse en el Congreso para dar las explicaciones del caso.
Con información de: The Guardian / La Nación.