El gobierno de Theresa May dispuso la implementación de un verificador de edad en todos los sitios de adultos radicados en el Reino Unido, con el objetivo de evitar que menores de edad accedan a ellos.
Los distintos sitios deberán poner online antes del 27 de abril un mecanismo efectivo que, mediante distintas opciones, como una tarjeta de crédito, cuentas de redes sociales o el número de teléfono, impida que niños puedan acceder.
La medida ya despertó críticas por parte de las empresas dueñas de los sitios, que cuestionaron que perderán tráfico a manos de las compañías radicadas en los otros países, donde no opera esta legislación. Pero también ya hubo quejas de los usuarios, que entienden que al tener que validar su identidad perderán privacidad en sus visitas a estos sitios.
Con información de: El Diario (España).