
Bitcoin, la criptomoneda que no para de subir de precio (comenzó el año en 1.000 dólares y oscila los 20.000 dólares), no deja de sorprendernos. La fiebre por tenerla está dando lugar a situaciones pintorescas, aunque peligrosas.
Autoridades de la North American Securities Administrators Association, una organización voluntaria dedicada a la protección del inversionista, destacaron que recientemente ha comenzado a verse un patrón entre los inversionistas que quieren tener Bitcoin. “Hemos visto hipotecas sacadas para comprar bitcoin”, afirma su presidente, quien agregó que también ha visto que los inversores acuden a otras formas de financiamiento con tal de meterse de lleno en el negocio de Bitcoin.
Sin embargo, lo repentino de la suba y lo novedoso de la herramienta, sumado a que aún no se dispone de una legislación que regule completamente el negocio, enciende una alarma: “Esto no es algo en lo que un tipo que gana $100.000 al año, que tiene una hipoteca y dos hijos en la universidad deberían invertir.”
¿Qué será del futuro de Bitcoin? ¿Llegará el momento en el que el mercado asuma cierto nivel de cordura? ¿Qué pasará entonces con los inversores que, enloquecidos por el boom de la criptomoneda, se comprometieron con diversos tipos de préstamos?
Con información de: CNBC.