
El primer ministro sueco, Stefan Löfven, debió remover a tres de los ministros de su gabinete para evitar la caída de su gobierno debido a una enrome filtración de datos que involucró a la empresa IBM. Información sobre conductores, vehículos e infraestructuras quedaron accesibles a distintas empresas de Europa de Rumanía, Croacia, Serbia y República Checa.
El gobierno sueco había otorgado a IBM en 2015 la externalización de los servicios de transporte. La empresa, a su vez, subcontrato a sus filiales radicadas en los países mencionados, haciendo accesible la información a países que están fuera de la Unión Europea, algo que está expresamente prohibido en la normativa de la comunidad. La información incluyó datos sobre vehículos policiales y militares, registros policiales y rutas de camiones blindados.
El escándalo fue tal que el primer ministro sueco debió cesar en sus cargos a tres ministros fuertes de su gabinete, con el objetivo de controlar la crisis y salvar su posición.
Con información de: El País.