
La seguridad del flujo de datos a través de las redes es un tema de creciente preocupación para autoridades e instituciones, pero un reciente episodio demuestra que también debe serlo para los usuarios comunes de redes sociales.
Una fallida encriptación de datos de la famosa red social Instagram permitió a una periodista develar la cuenta secreta de Twitter del ahora ex director del FBI, James Comey. A través de una dinámica poco compleja, Ashley Feinberg logró llegar a la página protegida del hijo de Comey. A partir de allí, la plataforma le sugirió seguir a un usuario desconocido, pero evidentemente vinculado con el joven Comey, que resultó ser exactamente el usuario protegido de Instagram de Comey padre, que a su vez era el usuario secreto que Feinberg sospechaba que era del ex director del FBI.
Feinberg explicó que es imposible acceder a fotos y actividades de las cuentas protegidas, pero lo datos de estos usuarios sí son accesibles para los algoritmos que utilizan las redes sociales para sugerir usuarios a seguir. Buen dato para los millones de usuarios de redes sociales en todo el mundo.
Con información de: MIT Technology Review.